El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 9 de mayo de 2013

La asfixia


La prensa nacional como gran pulmón de la democracia, es hoy un saco agujereado por el control monopólico, la subordinación al poder, la banalidad y el chantaje.
No sé si es esa sensación de calor sofocante que todo lo penetra, unos cielos turbios, polvosos y nublados, de luz amarillenta, la presión de unas lluvias sin reventar, la resequedad permanente en la garganta por respirar aire ardiente o una  cabeza que estalla a los 35 grados del mediodía  o si es esa realidad que asalta en cada vuelta. Pero lo cierto es que se siente asfixia, esa dificultad o imposibilidad de respirar porque falta oxígeno en los pulmones y en la sangre. Como quiera que sea, lo que se puede sentir y constatar es que en Nicaragua se viven varios tipos de asfixia.
El ahogamiento se siente en el despale,desprotección y explotación inmisericorde de ese “pulmón de Centroamérica” que es (¿era?) Bosawás. Las imágenes recientes muestran una aridez y desolación que dan ganas de llorar, mientras se escucha a la hora de los hornos la monótona voz de siempre que jura amar a la “madre tierra”, mientras el poder que ostenta promueve, tolera y participa en la debacle de la selva y hace caso omiso de las demandas de los Mayangnas que la defienden y reclaman. Pero no son los únicos a quienes los emperadores de los pobres ignoran mientras se ufanan de haber  alcanzado los niveles de igualdad de Suecia o Finlandia, según aseveró no se qué despistado organismo de la Unión Europea. Tampoco conocen o han visitado la Isla de las Viudas, donde habitan mujeres que han perdido a esposos e hijos por insuficiencia renal crónica, un sitio que queda muy lejos del señorío de hacienda de El Carmen y donde no se sufre esa epidemia que le reseca los riñones a los pobres en los cañaverales. 
Como no contagiarse de la sofocación de los jubilados, sin jubilación y sin júbilo, ante su reiterado y cansado marchar bajo la implacable resolana y el calor, reclamando lo que se les debe. Han caminado todos los caminos y tocado hasta las mismísimas puertas de los demiurgos de este paraíso socialista-cristiano-solidario sin que el  estéril y petrificado corazón de la primigenia pareja se conmueva. ¿Será que los ancianos puedan seguir respirando antes que reciban su pensión? ¿Caerán asfixiados por alteraciones cardiacas, respiratorias o cerebrales librando a la pareja del incordio? No hay dinero, dicen, mientras especulan con el dinero de los trabajadores y utilizan el seguro social como su caja chica y vuelan como jeques sauditas en aviones cuya renta representa en un par de días, el alimento que ellos podrían consumir en un mes.
Falta aire fresco en esta atmósfera enrarecida por la demagogia, la doble moral y el cinismo. Como no sentir que la vida se escapa cuando se constata el incremento de mujeres asesinadaspor aquellos que decían amarlas y ahogarse en náuseas cuando personas públicas y con investidura religiosa, como el obispo Mata  declaran que la Ley integral contra la violencia hacia las mujeres es una obra “satánica” y representa al “anticristo” y según el cual,  el “nuevo número de la bestia, no es 666, sino 779”. ¿Qué decir de la calidad moral de unos conciudadanos que nunca han atacado ni recurrido por inconstitucionalidad la Ley 747 para la protección y el bienestar de los animales domésticos? ¿Será porque  aman más a sus perros y mascotas que a las mujeres de su familia?  ¿Cómo no sentir que a una se le suben las arcadas cuando se escucha o lee sobre las “bondades” de una mediación y “diálogo” entre un torturador y su víctima? 
Ahoga la monotonía en los medios que difunden  los soliloquios del poder  y su   invasión y búsqueda de control de todos los espacios públicos, sean estos chiquitos, medianos o grandes. Y como el poder no sabe reírse de sí mismo, tampoco quiere que riamos y mucho menos a costa suya. ¿Cómo no sentir como confiscación de la risa la eliminación de El Alacrán?La prensa nacional como gran pulmón de la democracia, es hoy un saco agujereado por el control monopólico, la subordinación al poder, la banalidad y el chantaje. Cada día más los obligan a convertirse en medios de información intrascendente para la vida pública y la acción ciudadana. Meros espejos de las “buenas noticias” del reino de la armonía, la paz y la felicidad establecida por decreto, aunque todo mundo esté cianótico por el estrangulamiento.
Es la asfixia de un régimen predatorio que mata derechos y personas; instituciones y territorios; cuerpos y mentes.  No sé ustedes, pero yo todavía necesito el verde, el agua, la lluvia, el aire limpio, la justicia, la inteligencia, la palabra y la libertad para vivir.


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